Muere un hombre que huía de la Guardia Civil tras ser disparado por un agente

Madrid, 15 jun (EFE).- Un hombre de 38 años y nacionalidad española murió la pasada madrugada en Villamanta tras recibir un disparo de un guardia civil al que intentó atropellar durante una huida que había comenzado en Ávila.
Según ha informado un portavoz de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, el suceso ocurrió sobre la una de la pasada madrugada en Villamanta, cercana a Navalcarnero, donde el agente disparó al conductor de un vehículo que se había dado a la fuga en dos controles y que había sacado de la carretera a un coche de la Guardia Civil, hiriendo a sus dos ocupantes.
El conductor iba huyendo desde la localidad abulense de Sotillo de la Adrada, cercana al límite con Madrid, en la que una dotación de la Guardia Civil le dio el alto y el conductor, en lugar de parar, intentó atropellar a los agentes y huyó.
A continuación sacó de la carretera M-501 a un coche e hizo caso omiso a otros agentes que le dieron el ato en Navas del Rey (Madrid), a los que también sacó de la carretera, dejándolos heridos, y finalmente se enfrentó con otros dos guardias civiles en Villamanta, donde uno de ellos le disparó cuando iba a ser atropellado. EFE

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La escapada mortal de «Richi el Espía»

n hombre de 38 años murió ayer después de protagonizar una espectacular persecución contra varias patrullas de la Guardia Civil. Un agente le tuvo que abatir a disparos para que no matara a un compañero. Murió en el acto. Cinco guardias resultaron heridos, aunque todos de levedad. El fallecido padecía trastorno bipolar (sufría fases depresivas o eufóricas). La carrera mortal se extendió desde la localidad abulense de Sotillo de la Adrada al kilómetro 6,3 de la M-507, entre Villamanta y Navalcarnero.

Los orígenes del suceso hay que buscarlos en un incidente que protagonizó este vecino de Cadalso de los Vidrios, Ricardo H. C., alias «El Espía» -se hacía pasar por policía nacional con una placa falsa-, el domingo por la mañana, en Cenicientos. Circulaba con su turismo metalizado por una calle cuando estuvo a punto de chocar con el vehículo de otro hombre, que llevaba a sus hijos dentro. Fue denunciado por conducción temeraria, pero quedó en libertad.

Un guardia civil abate a un delincuente en Villamanta para evitar que matara a un compañero

Desde hacía unas semanas, Ricardo no tomaba su medicación, lo que le hacía comportarse de una forma peligrosa y agresiva. Se sabe que se fue hacia Cebreros (Ávila). El día 14, pasadas las 23.30, una patrulla de La Adrada le para y le pide la documentación porque llevaba las luces antiniebla. Ricardo se identificó como policía nacional y le pidieron la documentación. Su actitud fue malencarada, por lo que uno de los agentes se le acercó, momento en que Ricardo intentó atropellarle. Se salvó porque se tiró al suelo. Tomó la CL-501. Circulaba rápidamente por la carretera de los pantanos, en sentido a Madrid.

«Iba a por ellos»

Siguió su ruta mortal por la misma carretera, cuando ya le seguía una patrulla. Fuentes policiales indicaron que se metió por caminos de tierra, daba esquinazo a la Guardia Civil y, cuando los agentes iban a pasar, les esperaba. «Iba a por ellos. Así volvía a empezar el juego», indicaron.

A la altura del kilómetro 65, intentó sacar de la vía a otro vehículo, cuyos ocupantes, una mujer con su madre anciana, avisaron a la Guardia Civil. Se recibió otra llamada de un segundo conductor. La Central Operativa de Servicio pone en marcha un dispositivo especial para dar caza al huido. En él participan un total de siete patrullas en tres dispositivos: uno en la A-5; otro en Aldea del Fresno, y el tercero en Villamanta.

El fallecido protagonizó una persecu´ión «de película» durante 40 kilómetros y se saltó tres controles

Entra en la Comunidad de Madrid y una patrulla de Navas del Rey le ve pasar. Pasa a la M-507 por la 510. Se suman agentes de Aldea del Fresno y Villamanta. Le pisan los talones; pero el conductor, sin ningún miramiento, lanza a un lado de la carretera el vehículo policial, que da tres vueltas de campana. Los dos agentes salen vivos de milagro. Sólo están leves, contusionados, pero el coche ha quedado siniestro total. Les dieron de alta por la mañana.

Casi mata a un guardia

Ricardo se debía de sentir cada vez más acorralado. La Guardia Civil corta la carretera M-507. Nos encontramos a la salida del municipio de Villamanta, a la altura del kilómetro 6,300, en una recta antes de llegar a una gasolinera. Dos patrullas le cortan el paso, por delante y por detrás, y se aproxima una tercera.

Ricardo paró su coche. Acorralado, ve cómo ocho agentes se bajan de sus vehículos para detenerle, pero da marcha atrás e intenta matar a un agente, al que aprisiona entre un coche policial y su vehículo, y le rompe una pierna. Ocho funcionarios se le echan encima. Vuelve a dar marcha adelante, y marcha atrás, con la intención de rematar al efectivo herido, que estaba semitendido, por lo que le habría reventado la cabeza. Pero un compañero golpea el cristal de Ricardo, y se rompe el meñique.

Es entonces, para evitar que mate a su compañero, cuando dispara cuatro veces. Le impactan en el tórax. Los servicios centrales de la Guardia Civil han constatado que las trayectorias de las balas coinciden al cien por cien con la declaración de los agentes. Hoy se le practicará la autopsia.

En total, más de 40 kilómetros de pánico en la carretera, conducción temeraria y media docena de personas al borde de la muerte.
http://www.abc.es/20090616/madrid-madrid/escapada-mortal-richi-espia-20090616.html