Una patrulla lo sorprendió circulando en sentido contrario y a gran velocidad. Los policías le dieron el alto, pero el conductor iba a vender cara su derrota. Emprendió una huida kamikaze en la que supuestamente estuvo a punto de arrollar a los agentes e intentó echarlos de la vía, según fuentes policiales.
Todo comenzó a las nueve y cuarto de la mañana del pasado domingo en la calle Esteban Salazar Chapela, en el polígono Guadalhorce. Una pareja de agentes de la Policía Nacional que patrullaban por la zona se cruzaron con el vehículo y trataron de interceptarlo.
Lejos de detenerse, el conductor pisó a fondo, hasta el punto de que los dos funcionarios tuvieron que saltar a la acera para evitar ser arrollados por el turismo, según indicaron las mismas fuentes. En ese momento comenzó una arriesgada persecución a lo largo de varios kilómetros de la ciudad que los policías tardarán en olvidar.
En la huida, el conductor fugado supuestamente se saltó semáforos en rojo y señales de stop y ceda el paso. De hecho, hubo varios usuarios de la vía que tuvieron que apartarse para evitar una colisión y otros tantos vehículos que sufrieron daños. Quienes sí chocaron con él fueron los agentes que lo seguían, a los que al parecer golpeó en un lateral del patrulla para, presuntamente, sacarlos de la carretera.
La persecución en coche llegó hasta la barriada de Huertecilla de Mañas, concretamente en la calle Violeta, que estaba cortada. Entonces, el conductor hizo un trompo para girar 180 grados y, según las fuentes, enfiló el coche patrulla a gran velocidad. Nuevamente, los agentes tuvieron que apartarse.
Al final, el hombre abandonó el vehículo sobre la acera de una calle cercana y se refugió en el patio de una casa. Allí fue localizado y detenido por los agentes.
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