Más apuros pasaron los operarios que montaban la estructura de la Challenge. Vieron dirigirse hacia ellos a un vehículo a toda velocidad hacia el punto donde estaban. El conductor no hizo el menor ademán de frenar. Unos se echan a la izquierda y otros a la derecha. El coche pasa entre ellos a escasos centímetros.
Los motoristas de la Policía Local encendieron las sirenas e iniciaron una persecución tras el coche. El vehículo atravesó el Paseo Marítimo a 140 kilómetros por hora. Tras anotar el número de matrícula, los agentes decidieron desistir en la carrera antes de que ocurriera algún accidente.
Acto seguido, la Policía Local se personó en el domicilio de la titular del vehículo. Tras una investigación, los agentes averiguaron que el hijo iba inicialmente al volante del coche, pero no lo conducía en el momento de producirse el intento de atropello.
Un agente los había interceptado antes de ocurrir los hechos. Al percatarse de que el joven que iba al volante estaba ebrio , conminó a que le reemplazara el acompañante, evidentemente sobrio. Sin embargo, no contaron con que este emprendería una alocada aceleración por el Paseo Marítimo. El joven fue detenido por la Policía Local de Palma por un presunto delito de conducción temeraria.
Fuente: diariodemallorca.es
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